Hoy quiero hablar un poco del papel del fotógrafo al dirigir
a una modelo o a cualquier persona que pase ante la cámara.
Cuando alguien se sitúa delante del objetivo, siente miedo.
Eso es lo normal, yo misma no soporto esa sensación de sentirme tan observada,
lo llevo bastante mal cuando me graban en algún making of o me piden alguna
foto. La cuestión, es que a veces, te toca ejercer como “terapeuta” y conseguir
transmitirle a la persona que tienes delante, la calma y tranquilidad
suficiente para que se relaje y confíe en ti.
Cuando empecé a hacer fotografía de moda, me pasaba que
notaba que la modelo me veía cámara en mano, con mi humilde y genial 50mm, sin
nigún “aparato” más, entre risas (ya sabemos como suelen ser algunos fotógrafos
de “serios”) y al entregarle las fotos se sorprendían de los buenos resultados.
Yo soy cero apariencia la verdad… al trabajar con luz
natural la gente espera fotos como más sencillas y si sabes manejar este tipo
de luz, puedes hacer cosas geniales! Pero claro, imaginaos a la modelo que
llega y ve la situación desde fuera… por eso a veces es mejor ir enseñando
resultados en la cámara para que vean que todo esta saliendo bien y noten que
tu estás contenta con lo que estás haciendo.
Es muy importante empatizar con la modelo. Pensad lo que
debe de ser estar en lencería en mitad de la montaña a 3ºC, por ejemplo, o con
un abrigo de pelo a 50ºC en verano (foto a continuación). A veces las pobres aguantan demasiado,
aunque hay otras que no aguantan nada, todo sea dicho.
Cuando empieza la sesión me gusta contarles un poco lo que
tengo en mente y el “personaje” que quiero que interpreten. Transmitirles
conceptos claros de sentimientos o situaciones que le suceden al “personaje”
siempre es de gran ayuda. Lo bueno de trabajar en exteriores es que se ubican
más, tienen más referencias para construir su propia historia y transmitir ante
la cámara un acting determinado.
Hasta la fecha me he encontrado con modelos de todo tipo y
es importante conectar de un modo u otro con la persona, mis mejores sesiones siempre
han sido con las modelos con las que más he conectado. Valoro mucho la
predisposición de las personas a la hora de realizar un trabajo y si veo que lo
están dando todo, a mi me tienen ganada desde el minuto cero.
Si ves las fotos de una modelo y ves como la ha sacado cada
fotógrafo, es fácil ver lo que cada uno a sacado de esa misma persona, y nunca
es igual.
Hace poco vi unas fotos que le hizo “X” fotógrafo a una top
internacional y os prometo que la top en cuestión parecía una new face. Es importante
acordarse de que delante de la cámara tienes una persona.
Mi ejemplo más claro de una modelo curranta y dispuesta a
darlo todo es Ana Villalvilla de Carmen Durán. En la foto que os enseño a
continuación, estábamos a 3 grados, en unos pozos naturales que salen bajo una
montaña y sin nada de sol directo, y ahí la tenéis, posando como una campeona
con tan solo un conjunto de lencería. Os aseguro que hacía un frío horrible que
yo hasta me asusté cuando dejé de notar los pies y estaban congelados…
En resumen, creo que es importante cuidar a quien tienes
delante, trabajar en transmitirle confianza y sobretodo empatizar. Si las cosas
se hacen a buenas, siempre se consigue mucho más.
Eres genial, Laura. Me encantan los resultados, pero sobretodo me encanta el proceso con alguien como tú detrás de la camara.
ResponderEliminarEspero que tengas muchísma suerte :)
Muy buen post... ¡Me encanta!!
ResponderEliminarEnhorabuena por todo lo que haces
Un saludo :)
http://www.timeforshooting.blogspot.com/
Sin duda alguna hace muchísimo y se nota en que los buenos fotógrafos a parte de tener la técnica tienen esa fácilidad, o al menos se esfuerzan por empatizar contigo y hacer que se sientan mejor las modelos.
ResponderEliminarA seguir así con fuerza.
Bisous!!